Realicé el taller por la necesidad de seguir indagando en la educación consciente, teniendo en cuenta que para ello debía conocerme a mí misma, dar respuesta a mis reacciones naturales y comprender qué tipo de educación y de relación quería tener con la infancia que me rodea.

Una vez dentro del taller sentí un revoltijo de emociones, incertidumbre, tristeza, alivio, con las dinámicas que realizábamos me adentraba más y más en mi interior y descubría algunas cosas que sospechaba pero nunca me paré a reflexionar.

Mi mayor descubrimiento fue que, a pesar de ya haber realizado meditaciones anteriormente, nunca había entrado en mi “niña”, ni me había planteado que mi infancia tenía tantísima relevancia en la adulta que soy hoy en día. Por lo que, al terminar sentí alivio, paz, conexión con mi interior y con mi intuición.

Después de un tiempo encontré en mí más atención en descubrir el porqué de algunas acciones y pensamientos, me dedico más tiempo a respirar profundo y a preguntarme cómo me siento y cómo influyen en mi entorno esos sentimientos.

¿Cómo te podemos ayudar?